Ahora que estamos en el invierno, y el frío aparece, con él vienen los catarros, las alergias y las gripes. ¡El horror de tod@s l@s que nos dedicamos a trabajar con nuestra voz! Casi sin querer, nos adentramos en un bucle de mocos, toses y molestias de garganta que no nos dejan ejercer nuestra profesión como nos gustaría. El catarro se pasa, las gripes se van, pero nuestra voz sigue resentida y no sabemos qué hacer para recuperarla. Entran los agobios. Esa conferencia que tienes que dar, ese concierto en el que tienes que cantar, y tú te sientes impotente ante una situación que se escapa de tu control por no tener las herramientas para atajar ese problema que tantas molestias te causa. Entra el componente psicológico. El estrés que comienzas a sentir entorpece aun más tu día a día, la tensión aparece y sientes que te quedas sin voz. El mero pensamiento de que tienes que hablar o cantar ya te produce tensión y cansancio…
Esto que acabo de describir puede parecer una exageración, pero seguramente tú, que te dedicas a cantar o tú, que usas tu voz en tu trabajo, lo has vivido en algún momento de tu vida. Experimentarías esa frustración de no saber cómo hacer para no sentirte tan cansad@ mientras tenías que rendir en tu profesión. Este artículo va de eso, de cómo hacer para recuperar y cuidar tu voz. No pretendo, darte una lista con curas milagrosas (ya que eso no existe) pero sí que puedo darte unas pautas de cómo hacer para ayudarte un poco en estos momentos de ansiedad, y guiarte para que pidas ayuda si observas que esto se repite muchas veces en el tiempo.
En estos casos, en los que el problema de voz persiste, lo más probable es que la causa sea que la usas incorrectamente. El sobreesfuerzo continuado, el uso de calefacciones o aires acondicionados, la exposición a productos químicos o el tabaco sólo harán que ese malestar, que en un principio fue causado por un resfriado, persista. Antes de nada decir que la reeducación vocal va a ser la mejor manera para prevenir los problemas de voz. El uso de una correcta técnica vocal te ayudará a economizar tu energía a la hora de usar tu voz. Partiendo de esto, te voy a dar unos pequeños consejos para aliviar tu cuerpo cuando te veas inmers@ en el llamado ‘bucle de esfuerzo vocal’.
Si notas la voz cansada o con disfonía, lo mejor es no hablar y dormir lo máximo que se pueda. En el caso de que te sea difícil por tu trabajo, intenta economizar el habla y no exigir más a tu voz de lo que le exigirías al resto de tu cuerpo; es decir, realiza frases cortas, pausas largas y un tono de voz suave. Busca recursos comunicativos en los que la voz intervenga lo menos posible.
Bebe agua del tiempo, en pequeños sorbos durante todo el día. Los vahos de agua con sal o hierbas aromáticas también son un buen remedio. Hierve agua en una pota, cúbrete la cabeza con una toalla y respira los vapores que desprende el agua caliente. Esto mismo lo puedes hacer mientras te duchas, que el agua esté bien caliente. Respira hondo y deja que el vapor de agua entre en tu cuerpo.
Otro fantástico lubricante natural es la Manzanilla, mejor tomarla en infusiones con miel. ¡Ojo! las infusiones mejor tomarlas templadas, no muy calientes. Y mi remedio natural favorito, es la llamada «Hierba de l@s Cantor@s’ o Erissimo». La puedes encontrar en herboristerías, en gotas, infusiones o sprays. Aclaran el tono vocal, y mejoran la calidad vocal de la mucosidad que recubre las cuerdas vocales. Es un alivio fantástico.
¡Ojo con esto! Mejor aprenderlo de un/a profesional cualificad@. Para recuperar la voz, no llega con solo el descanso. Hay que activar la musculatura. Esto se debe hacer muy lentamente y suavemente. Usando ejercicios de técnica vocal. Un ejemplo de esto puede ser hacer sonidos de ‘sirenas’ con una /m/ tanto en ascendente como en descendente.
Recomiendo las infusiones de Equinácea con miel y las gotas de Propóleo mezcladas en agua. Para que esto haga realmente efecto, es mejor tomarlo a lo largo del año o durante las temporadas de cambios de estación, donde somos más propensos a coger esos catarros tan latosos.
En las siguientes entregas os daré más métodos preventivos para cuidar la garganta. Por ahora, os dejo con este pequeño avance. ¡Espero que os hayan sido de ayuda!
¡Nos vemos en la siguiente entrada del Blog SEREA!
